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Nombre que se da por influencia de los místicos del siglo de oro castellano (S. Juan de la Cruz, Sta. Teresa) al período de crisis y desanimo que puede acontecer a una persona en la consecución de un proyecto. De manera especial se hace referencia a los proyectos apostólicos o a los afanes de perfeccionamiento personal y moral.
Esos tiempos oscuros, contrarios a los días luminosos, se suelen reflejar con esa metáfora (noche oscura del sentido, noche oscura del espíritu)
Queda en duda de si todos los procesos espirituales o apostólicos pueden someterse a formas rígidamente uniformes o al menos naturales.
Se tiene la impresión de que la noche oscura es algo espiritual y providencial, que acontece antes de cada período o momento de acierto y eficacia. Probablemente hay que sospechar de la regularidad de estos fenómenos espirituales y pensar que se tratan de comentarios piadosos y apriorísticos que no son equivalentes en todas las personas o grupos.
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